En los últimos tiempos se viene hablando cada vez mas de una
nueva forma tecnológica que está creando enormes expectativas para el futuro; impresoras
que permiten imprimir en 3D. La posibilidad de crear tus propias modelos, maquetas,
piezas, diseños..etc, a partir de gráficos
realizados según tus propios gustos,y todo ello en tu propia casa con un simple
ordenador, abre miles de posibilidades para los usuarios de estas prometedoras
máquinas que, con toda seguridad ,serán en los próximos años unos de los
grandes inventos tecnológicos que marcaran una época como lo están haciendo
ahora las tabletas o los ebooks con record de ventas en todo el mundo.
La impresión consiste en un proceso que convierte gráficos 3D en objetos físicos,
siendo estos cualquier gráfico en 3D creado en un ordenador. Al ser el proceso
de creación del objeto tan similar al que se realiza cuando imprimimos en 2D
sobre papel, se utiliza la expresión de “imprimir en 3D”. En el mercado podemos
encontrar diferentes tipos de impresoras en 3D, cada una con procesos
diferentes a la hora de crear el objeto. Destacamos los siguientes procesos de
impresión:
IMPRESIÓN POR COMPACTACIÓN. La masa de polvo se compacta por
estratos. En esta categoría encontramos
dos tipos de impresoras: Impresoras en 3D de laser; en las que un láser
transmite energía haciendo que se
polimerice, después se sumerge en un líquido que hace que las zonas polimerizadas
se solidifiquen. Por otro lado están las impresoras 3D de tinta, sigue el mismo
proceso que las impresoras de láser, el polvo utilizado puede estar formado a
base de escayola o celulosa. La parte
negativa de este tipo de impresoras es la mayor fragilidad de las piezas,
aunque es un método mucho más rápido y económico que el utilizado en el las
impresoras de láser. Aquí una pequeña muestra de la impresora 3D en láser:
IMPRESIÓN POR ADICIÓN. Mediante este sistema se crean los
objetos superponiendo capas de abajo a arriba. El software divide el gráfico 3D
en capas tan finas como el diámetro del plástico de salida. Para cada capa, la
impresora va desplazándose sobre el plano para soltar el plástico sobre las
coordenadas adecuadas. Formando finalmente una figura en tres dimensiones. La
tinta de estas impresoras es en general, plástico, aunque se pueden utilizar
otros materiales. Pese a que la calidad es inferior a las impresoras láser, es
el sistema por el que ahora mismo, empresas como Epson, están apostando, porque
el coste de la impresora es muy inferior a otros sistema. A continuación un breve vídeo
que muestra la impresión por adición:
IMPRESIÓN POR ESTEREOLITOGRAFÍA. Esta máquina tiene cuatro
partes importantes. Primero, un tanque llenado con varios litros de líquido
especial (fotopolimer). El fotopolimer es un líquido plástico claro. También
hay una plataforma perforada inmersa en el tanque. La plataforma se puede mover arriba y abajo en el tanque
según el proceso de impresión está en marcha. Un láser ultravioleta es otro
componente necesario. Para finalizar, un ordenador que dirige el láser y la
plataforma. El fotopolimer es sensible a la luz ultravioleta, por lo que cuando
el láser toca este material, el fotopolimer se endurece. Otro breve vídeo que
muestra el proceso de creación :
Hay que destacar que este tipo de impresoras existen desde hace
más de treinta años, aunque sólo se utilizaban en la producción de prototipos,
dado el enorme gasto que suponían. Sin embargo, la introducción en el mercado
de compañías como MakerBot o Digital Forming ha permitido reducir los tiempos y
costes de producción (se pueden conseguir este tipo de impresoras por entre
2000 y 3000 €).
Hoy en día las impresoras en 3D van acaparando más y más
posibles aplicaciones. Uno de ellos es el empleo en la fabricación de piezas y
componentes para la arquitectura o el diseño industrial. Piezas cuya
construcción sería difícil o imposible mediante molde. También en la creación
de prótesis médicas, donde su uso resulta ideal por la elaboración de formas
que se adaptan a las necesidades exactas de cada paciente.
Las impresoras en 3D parecen tener un prometedor futuro como
“fábricas de recambios y repuestos” altamente versátiles. La NASA está evaluando el emplazamiento de
impresoras en 3D en la Estación Espacial Internacional para que los astronautas
puedan fabricarse "in situ" los repuestos y herramientas que necesiten para
acortar tiempos de suministro (al no tener que esperar una misión de
aprovisionamiento) y dotar de gran versatilidad a los tripulantes.
La robótica podría ser otro de los sectores en los que las
impresoras en 3D podrían ser de aplicación, algo en lo que trabaja el MIT para
desarrollar piezas para robots y abrir la robótica a mucha más gente,
dotándolas de un framework de piezas que estarían almacenadas en una
biblioteca.
Y una de las aplicaciones más sorprendentes estaría
vinculada al mundo de la medicina donde, por ejemplo, la Universidad del Estado
de Washington ha desarrollado un material que se puede imprimir mediante una
impresora en 3D y que se podría utilizar como sustituto del material óseo en
implantes o reconstrucciones de huesos que se hayan fracturado .
Poco a poco iremos viendo muchas más aplicaciones de las impresoras
3D pero parece más claro que este tipo de dispositivos están destinados a convertirse
en un importante descubrimiento tecnológico de la que obtener piezas de
repuesto y cambios sin tener que esperar, por ejemplo, un suministro o tener
que mantener grandes almacenes logísticos. La posibilidad de crear objetos
desde tu propia casa, que hace años nos parecía propio de una película de
ciencia ficción, va cobrando cada vez más y más sentido, gracias al enorme
desarrollo que están teniendo las impresoras en 3D. Se confirma, una vez más,
que en la tecnología, nada es imposible.